Cuatro años después de que comenzaran las quinielas, los
estudios para los accesos y las ofertas de los municipios pretendientes,
la multinacional sueca desveló ayer con quién dará el sí quiero y
cuándo: Alfafar y en verano de 2014.
Ikea Ibérica S.A. abrirá su primera tienda de la
Comunitat Valenciana y una de las más grandes de España en este
municipio de l'Horta, tras llegar a un acuerdo definitivo con los
promotores de Alfafar Parc para levantar una superficie que ocupará
37.300 metros cuadrados y que estará situada junto al centro comercial
MN4.
Paterna, el municipio con el que Ikea inició los
contactos hace cuatro años, se queda fuera de este proyecto que echa a
andar con una inversión de 60 millones de euros. Las obras de
construcción del establecimiento, que ya cuenta con la licencia
comercial otorgada por la Generalitat, comenzarán en la primera mitad de
2013. Todo está preparado para que el gigante sueco aterrice en la
parcela y comience a dar forma al esperado proyecto.
La tienda. Ocupará 37.300 metros cuadrados y dispondrá de 2.200 plazas de aparcamiento, repartidas en dos plantas en altura y otra en superficie.Presencia. Ikea tiene catorce tiendas en España y 325 a nivel mundial, con 131.000 empleados.Iniciativa privada. El parque donde se ubica depende de una agrupación empresarial de propietarios, Alfafar Parc, formada por más de 50 titulares.
Durante su construcción, el periodo de mayor actividad,
trabajarán en la obra 500 personas, aunque la plantilla de la que
dispondrá la tienda será de 400 empleados.
Será a partir de «febrero de 2014 cuando comience el
proceso de selección de personal. La inauguración se prevé para verano
pero pensamos que, incluso, podría adelantarse», avanzó ayer el alcalde
de Alfafar, Juan Ramón Adsuara.
Para el primer edil la llegada de Ikea supondrá una
«proyección impagable y un revulsivo» para combatir la crisis. La
elección de este emplazamiento es el resultado de «haber realizado un
trabajo serio, responsable y prudente, huyendo de bulos, falsas
informaciones y trabajando para desbloquear todos los trámites
administrativos que estaban pendientes».
Uno de los apartados más costosos durante el proceso ha sido el de los accesos, un escollo que Paterna también trató de salvar.
A comienzos de este año, Fomento daba el visto bueno a la
planificación del tráfico en la zona comercial de Alfafar, donde se
preveía una circulación de unos 2.400 vehículos a la hora.
Los accesos previstos se concretan en un paso superior ,a
partir de la pista de Silla, que salvará la actual rotonda de acceso y
que absorberá a la clientela de Ikea al desarrollarse un cinturón que
bordeará toda la parcela hasta llegar a la entrada principal, orientada a
la V-31.
Los viales de acceso a Alfafar Parc contarán con un total
de cinco carriles, tres de entrada y dos de salida y tendrán un coste
global de 22 millones de euros, que asumirá el agente urbanizador y el
Ayuntamiento por porcentajes.
Belén Frau, directora general de Ikea Ibérica, destacó
ayer en el comunicado que destapaba el largo misterio que esta es la
«culminación de años de trabajo en los que hemos mantenido un único
objetivo: estar más cerca de todos los valencianos que hasta ahora nos
han demostrado su fidelidad visitándonos en nuestras tiendas ubicadas en
otras comunidades». Así la responsable recordó que la Comunitat es un
enclave «estratégico» para la multinacional y que ya se trabaja «en un
segundo proyecto» en Alicante.
Quien tampoco cierra la puerta a Ikea es el alcalde de
Paterna, el popular Lorenzo Agustí, que ayer felicitó a Alfafar por
lograr «un buen proyecto para toda la Comunitat», aunque destacó que la
decisión «no implica que se descarte Paterna». Agustí recordó las
conversaciones mantenidas con la multinacional, a través del grupo
inversor del nuevo centro comercial Puerto Ademuz. Ikea «siempre ha
dicho que quiere dos tiendas», subrayó. También subrayó que durante los
cuatro años de negociaciones, el Ayuntamiento ha dado «todas las
facilidades» y «nunca ha renunciado a la condición de no perjudicar al
sector del mueble valenciano». Y es que el rechazo frontal que manifestó
la industria cuando empezó a gestarse el proyecto comenzó a virar con
la firma de un acuerdo que iba a levantar, junto a la multinacional en
Paterna, una zona comercial especializada anexa que se llamaría «Ciudad
del Hábitat».
En Alfafar lo que ahora se abre es la veda para cazar
inversores y futuras empresas que quieran compartir cartel y clientela
con Ikea sobre los 122.000 metros cuadrados construibles del parque
comercial que quedan por cubrir.
Los más de 50 propietarios de la agrupación Alfafar Parc
proceden de distintos sectores y aunque el del mueble «está presente no
es el mayoritario». El polígono que lo abrazará sí ha sido un lugar de
referencia de este comercio «durante muchos años y aquí lo que al
principio se vio como amenaza, ahora se ve como revulsivo porque la
inercia de Ikea atraerá a mucha más gente», según destacaron fuentes
municipales.
Sin embargo, la Asociación de Comerciantes Valencianos
destacó ayer que esta llegada «perjudicará» al mueble valenciano y
lamentó la falta de «delicadeza» de Alfafar al no reunirse con el
sector.
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