Entrar a formar parte del corralón es todo un reto para quien lo pretenda. Nadie se puede presentar y decir: «Quiero ser uno de los vuestros». Todo se hace a través de buenas «referencias». El interesado tiene que conocer a alguien que ya esté integrado en la banda y este presentarlo a "los del corral". Si el resto da el visto bueno, todavía le queda una prueba. Un grupo de seis o siete individuos le pegarán una buena paliza. Si la aguanta, entra. Si se asusta y echa a correr, lo perseguirán. De darle alcance, la paliza será todavía mayor.
La prueba final es "pegar su primer palo". Para ello, le acompañarán dos o tres individuos que le marcarán el objetivo. Suele ser un comercio de inmigrantes, habitualmente de nacionalidad china. El aspirante tiene que demostrar su valía entrando solo a robar. Los acompañantes le dicen que le esperan fuera, pero realmente le abandonan una vez entra en el establecimiento.
La prueba final es "pegar su primer palo". Para ello, le acompañarán dos o tres individuos que le marcarán el objetivo. Suele ser un comercio de inmigrantes, habitualmente de nacionalidad china. El aspirante tiene que demostrar su valía entrando solo a robar. Los acompañantes le dicen que le esperan fuera, pero realmente le abandonan una vez entra en el establecimiento.
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