La Guardia Civil ha detenido a 60 personas implicadas en
una red dedicada a la falsificación de contratos de trabajo,
regularización fraudulenta de extranjeros y cobro ilegal del paro,
métodos con los que lograron estafar algo más de un millón de euros. La
organización tenía ramificaciones en Alicante, entre otras provincias.
Según la Dirección General de la Guardia Civil, la
'operación Aquileo' se inició en mayo cuando se detectó que un gran
número de trabajadores extranjeros, asentados en Segovia y otras
provincias, regularizaban su situación administrativa en España con
contratos de una empresa de construcción que, según se averiguó, carecía
de actividad real.
De hecho, la empresa se encontraba en estado de
disolución y acumulaba unas pérdidas de 150.000 euros. La red, con
ramificaciones en Alicante, Murcia, Girona, Las Palmas, Toledo, Ávila y
Madrid, contrataba a extranjeros, que utilizaban este documento falso y
el período que supuestamente habían trabajado en esa empresa para
regularizar su situación administrativa en España.
Después, demandaban las prestaciones por desempleo que
supuestamente les correspondían y ayudas familiares. Además,
aprovechaban esos contratos para solicitar reagrupamientos familiares,
préstamos bancarios o permisos penitenciarios.
El responsable de la empresa pantalla, H.M.P., un hombre
de 45 años y vecino de Segovia, era quien, según la Guardia Civil,
expedía los contratos falsos y las altas ficticias en la Seguridad
Social previo cobro de una cantidad de dinero que oscilaba entre 200 y
500 euros por mes de alta en la empresa. H.M.P. llevaba a cabo esos
contratos en un bar que regentaba en Segovia y su actividad se difundió
rápidamente por el boca a boca entre la comunidad extranjera. Durante la
operación se han practicado registros en la sede social de la empresa,
en la vivienda particular del presunto cerebro de la trama y en el
domicilio de varios supuestos trabajadores.
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